Despertar de la conciencia mística
Él me muestra el mundo tal como es, dirige mis pasos lentamente por el camino del amor, me guarda entre sus brazos de luz y calor y me enseña la quietud del silencio, el soplo misterioso de la vida, la honda exhalación del ser en reposo y consciente de su crepúsculo interior.
Él camina a mi lado, dentro y fuera del aire del mundo, en suave armonía, con la paz de haber llegado al destino final del sagrado enigma. Él agita mi dolor y lo transforma en gratitud, en comprensión.
Su presencia vibra en beatitud, Su palabra callada dice verdades supremas, Su sonrisa aquieta el desasosiego y transforma la fatigada búsqueda en sublime llegada a la casa del ser, sin lenguaje, sin palabras, con la certidumbre inexplicable y revelada del íntimo e infinito existir.
Comentarios
Gracias bonito, por compartirlo.
Un abrazo en la distancia.
Malinka LUmiere.