Sabiduría interior (Comprendiendo el dharma)
“¿Qué es el dharma? No hay nada que no lo sea”.
Ajahn Chah
El conocimiento del dharma, es decir, de la enseñanza budista esencial, no es un proceso intelectual sino todo lo contrario, consiste en una plena y sencilla atención de la realidad, tanto interior como exterior.
Atención plena y sencilla, porque la sencillez es plenitud. No hay manera mejor de adentrarse en la realidad de uno mismo que viviéndola por completo, sin otro presupuesto que el del ‘estar ahí’. Nuestra vida se compone de información que recibimos, la cual interpretamos en la mente o conciencia. La información nunca es asimilada en su carácter objetivo sino que el velo de la conciencia estila una visión de la misma a nuestra medida. El fenómeno brilla intenso y lo recogemos difuminado, necesariamente manipulado.
El dharma siempre está presente en la realidad. La vida –en todas sus manifestaciones- nos invita a un aprendizaje continuo. Comprender la ley budista, la ley natural del dharma, es lo que nos acerca al despertar, a la iluminación presente de nuestro devenir.
El sufrimiento enseña, el placer enseña, el cambio enseña. Al fin, comprendemos que no hay sufrimiento ni placer constantes en esta vida, que lo impermanente es -precisamente la esencia- lo único que no cambia. Estar ahí, completamente ahí, en esa realidad presente de las cosas: eso es el dharma.
Una serena reflexión de Ajahn Chah versa así: “El dharma tiene que ser hallado a través del examen de tu propio corazón y mediante la observación de lo que es verdadero y de lo que no lo es, de lo que es equilibrado y de lo que no es equilibrado”. La máxima del equilibrio se nos recuerda aquí como una verdadera receta de la buena salud psicológica. Esta máxima tan oriental nos invita a que observemos por nosotros mismos para discernir lo que es verdadero de lo que no lo es, para hallar -en ese discernimiento- el mapa del camino medio, el cual se anda con voluntad y confianza en nuestra propia sabiduría interior. La sabiduría interior representa la luz del camino; y la confianza en ésta, el valor necesario para adentrarnos en el mismo.
Comentarios
Gracias por compartir, la idea del dharma es algo muy magico para mi.
Namaste