Nada por hacer

Cuando el corazón se expresa a través del ser, la verdad es lo que permanece visible. Entonces, desaparece la ilusión de sentirnos separados de la realidad. 

El lenguaje es el amor. La vida es el papel donde se escribe la poesía del corazón.

Aquí y ahora el ser vibra en el espacio de su luz consciente.

Las sombras se disipan y no hay ya nada que buscar o entender.

El silencio es el lenguaje del encuentro con el no tiempo, donde no queda ya nada por hacer, salvo el reconocimiento de la quietud y el vacío como destinos de absoluta plenitud, de amor completo.

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